El sistema PADI. Estudio de las comunidades autónomas que proveen atención dental con este modelo en España
El sistema de atención dental PADI tiene su origen en los programas que al inicio de la década de los 90 del pasado siglo implementaron las comunidades autónomas (CC. AA.) de País Vasco (1990) y Navarra (1991).
- Cortés Martinicorena FJ
- Doctor en Medicina y Cirugía. Estomatólogo.
RESUMEN Introducción: el sistema de atención dental, PADI, de concertación con la red asistencial privada y pago por capitación, es aplicado hoy en día por ocho comunidades autónomas en España: Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Extremadura, Murcia, Navarra y País Vasco.
Objetivo: analizar el estado actual del sistema en cada comunidad autónoma y ofrecer un análisis DAFO. Material y métodos: cada comunidad autónoma respondió a un cuestionario estructurado de preguntas sobre datos cuantitativos relativos al ejercicio del año 2014, y cualitativos para un análisis DAFO.
Resultados: todas la comunidades autónomas respondieron al cuestionario y sus resultados preliminares se presentaron el XXI Congreso de SESPO (Madrid, 2015). El sistema PADI cubre al 39 % de la población española de 6 a 15 años. En 2014 fueron atendidos 671.624 niños y adolescentes de los que el 19 % acudieron a un dentista público y el 81 % restante a uno privado concertado. La tasa de utilización anual varía entre el 26,2 % de Canarias y el 69 % de Navarra. En todas las comunidades, la red predominante es la concertada. El sistema no es homogéneo y presenta diferencias de una comunidad a otra. Entre las carencias más importantes se pueden destacar: la falta de una Unidad Específica de Gestión dirigida por un odontólogo/ estomatólogo y una tasa de utilización media todavía baja en el conjunto del país.
Palabras clave: atención dental, PADI, capitación, análisis DAFO.
ABSTRACT Introduction: the dental care system, PADI, in coordination with the network of private providers paid under capitation, is in force across eight autonomous communities of Spain: Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Extremadura, Murcia, Navarra and País Vasco.
Aim: analyze the current state of the system in each autonomous community and offer a SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities, and Threats) analysis of PADI.
Materials and methods: each autonomous community answered a structured survey questionnaire consisting of questions exploring quantitative figures related to the program in the year 2014, and qualitative information to drive the SWOT analysis.
Results: each autonomous community responded to the questionnaire and the preliminary results were presented at the 21st Congreso SESPO (Madrid, 2015). The PADI system covers 39 % of the spanish population between 6 and 15 years of age. In 2014, 671,624 children and young adults were seen, of which 19 % were seen by a publicly-employed dentist, and the remaining 81 % by a coordinating private provider. The annual usage rate varies between 26.2 % in Canarias, and 69% in Navarra. In each communities, the PADI network is dominated by private providers. The system is not homogeneous and significant differences are apparent between one community and the next. Between all the reported shortcomings, one notes specifically: the lack of a specific management body directed by a dentist in some autonomous communities, and a low average usage rate across the country.
Keywords: dental care, PADI, capitation, SWOT analysis. |
INTRODUCCIÓN
El sistema de atención dental PADI tiene su origen en los programas que al inicio de la década de los 90 del pasado siglo implementaron las comunidades autónomas (CC. AA.) de País Vasco (1990) y Navarra (1991). Sin embargo, hoy es aplicado por ocho CC.AA. y gozan de una general aceptación1,2. Es necesario llegar hasta el año 2002 para ver una nueva comunidad adoptando el mismo modelo: Andalucía. A partir de entonces, se produce un efecto cascada de comunidades que se suman al mismo: Murcia, en 2003; Aragón, Baleares y Extremadura, en 2005; Canarias, en 2009. Cada comunidad autónoma siguió su propio proceso de implantación si bien, de manera generalizada, se siguió un esquema incremental de tal modo que, empezando por la primera cohorte –6 años– en todas la comunidades salvo en el País Vasco –que comienza a los 7 años– en cada ejercicio se incrementa una cohorte más. Así, cada año entra en el sistema la cohorte de 6 años y se mantienen las que ya han entrado en años anteriores que, sucesivamente, van teniendo 7, 8, 9 años, etcétera, hasta completar el ciclo de edades cubiertas. Este ciclo es, en general, de 6 a 15 años. A día de hoy, la mayoría de las CC.AA. han completado su ciclo, si bien algunas han recortado las edades cubiertas como consecuencia de los años pasados de crisis económica.
El PADI es un sistema de atención dental a la población infantil y adolescente. Se asienta en cuatro pilares básicos: (1) financiación pública, (2) provisión mixta por centros públicos y centros privados concertados, (3) protocolos clínicos orientados a la salud antes que al tratamiento y (4) pago al sector privado por capitación para la atención general y por tarifa pactada para la atención especial (traumatismos y malformaciones)3.
El tiempo transcurrido desde su inicio permite dar una visión general del grado de desarrollo en cada una de ellas, su implantación en la comunidad, y hacer una valoración de sus fortalezas y debilidades. Este análisis debe poder ofrecer a los gestores sanitarios una herramienta para su consolidación y mejora. Lo que hoy presentamos es el resultado de la recopilación de información y el análisis DAFO ofrecido por los gestores del PADI en cada comunidad autónoma, que fue objeto de una mesa redonda en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología y Salud Pública Oral (SESPO, Madrid, 13-14 noviembre de 2015).
Así pues, el objetivo de este trabajo es doble: (1) recopilar la información generada en datos cuantitativos sobre la realidad del sistema y la atención prestada en cada una de las CC.AA y (2) analizar el estado actual del sistema, sus fortalezas y debilidades y avanzar líneas de mejora para el futuro.
MATERIAL Y MÉTODOS
Cada una de las comunidades con sistema PADI recibió en el mes de septiembre de 2015 un cuestionario doble relativo a datos del año 2014. La primera parte constaba de preguntas sobre datos cuantitativos referentes a: población general, población cubierta por el sistema, año de inicio, número de dentistas PADI en red pública y privada, datos epidemioló- gicos, número total de niños atendidos, tasa de utilización anual, perfil asistencial, coste del sistema y su porcentaje en el gasto público sanitario de la comunidad. La segunda parte constaba de 12 preguntas para un análisis DAFO sobre fortalezas y debilidades, y amenazas y oportunidades.
La información ha sido recopilada y tratada manualmente, sin análisis estadístico, ya que este no aplica a la finalidad del estudio. Se ofrece mediante tablas y figuras descriptivas que totalizan la información generada por el sistema en su conjunto y para cada una de las CC.AA.
RESULTADOS
El sistema PADI en datos cuantitativos
1. Extensión del sistema. Población cubierta
El sistema PADI está actualmente operativo en 8 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Canarias, Extremadura, Región de Murcia, Navarra y País Vasco (Figura 1). Todas ellas totalizan 18,2 millones de habitantes (39 % de la población total española). La totalidad de la población cubierta PADI es de 1.740.019 niños y adolescentes que representan el 9,6 % de la población general (Tabla 1).
Las edades cubiertas con carácter general son de 6 a 15 años si bien hay excepciones. Cinco comunidades cubren ese ciclo (País Vasco comienza a los 7 años); Aragón cubre de 6 a 13 años (hasta los 16 en caso de minusvalía); Canarias cubre de 6 a 14 años; y Murcia, que actualmente solo cubre a los de 6,7 y 8 años de edad. Navarra, entre los años 2008 a 2011 amplió la cobertura hasta los 18 años, pero las dificultades presupuestarias surgidas de la crisis económica motivaron la vuelta a la cobertura inicial de 6 a 15 años, a partir del año 2012 (Tabla 2).
2. Red asistencial
En 2014 había un total de 4.167 dentistas trabajando para toda la red PADI. De ellos, el 11 % (458) lo hacían en el sistema público (dentistas asalariados) y el 89 % (3.709) pertenecía a la red privada concertada. En todas las CC.AA. los recursos humanos pertenecientes a la red concertada son muy superiores en número a los de la red pública con una ratio privado/público que van 98/2 % de Navarra al 79/ 21 % de Canarias (Figura 2).
3. Utilización del sistema PADI
En los cinco ejercicios, que van del año 2010 al 2014, han sido atendidos por este sistema en España un total de 3.415.443 niños y adolescentes. Durante el ejercicio 2014, los atendidos fueron 671.624 de los cuales el 19 % (124.444) lo fueron en una unidad de la red pública y el 81 % restante (547.180) en una privada concertada. La ratio de niños atendidos por las redes privada concertada vs. pública varía mucho de una comunidad a otra; en orden decreciente de red concertada en Navarra es del 97 vs. 3, País Vasco 93 vs. 7, mientras que en Aragón es 52 vs. 48 o Canarias es 60 vs. 40 (Tabla 3).
La tasa la utilización anual (es decir, el porcentaje de niños que acude a un dentista PADI en un año determinado) varía mucho de una comunidad a otra. En su evolución, esta tasa parece haber encontrado su techo en torno al 67-70 % en Navarra y País Vasco con una experiencia acumulada de 25 años. Las demás comunidades tienen tasas menores. En 2014, y en orden decreciente, Murcia (cubre solo 6-8 años) da una tasa del 61 %; Extremadura, el 56 %; Aragón, el 35 %; Baleares y Andalucía, el 32 %; y, finalmente, Canarias, el 27 %. Durante el período 2010-2014 ha habido un descenso generalizado si bien en 2014 ha habido alguna recuperación (Figuras 3 y 4).
4. Perfil asistencial
Es la ratio de tratamientos preventivos vs. tratamientos restauradores tomando como indicador el número de selladores de fisuras y el de obturaciones, por tratamiento de caries, realizados durante un ejercicio. El perfil es preventivo para el global de España y para la mayoría de las CC.AA. es decir, se realizan más selladores de fisuras (técnica preventiva de caries oclusal) que obturaciones (técnica reparativa de una lesión de caries ya instaurada y activa). La Comunidad de Extremadura realiza el doble de selladores y el doble de obturaciones que el resto de comunidades (Figura 5).
5. Epidemiología
La mayoría de CC.AA. dispone de datos epidemiológicos de la última década. En Extremadura los datos son de 201 –por tanto tienen ya 15 años de antigüedad– y la Comunidad de Murcia no dispone de ellos. Un análisis más exhaustivo de prevalencia de caries ha sido publicado ya1 . Las diferencias entre comunidades son importantes. El rango de prevalencia de caries a los 12 años va desde el 51,4 % de Canarias al 26,2 % de País Vasco. La media de dientes afectados varía igualmente entre el CAOD 1,51 de Canarias y el CAOD 0,52 de País Vasco (Tabla 4).
6. Coste de la asistencia PADI
Muchas comunidades no tienen cuantificado el coste total de la asistencia PADI, entendiendo como tal los costes de la asistencia pública, la concertada y los costes de gestión. La mayoría de comunidades solo informa del coste de la concertada y reconoce no conocer el de la asistencia pública ni los costes de gestión.
Una aproximación a ello da la cifra de algo más de 24 millones de euros en el año 2014. Pero esta cifra solo incluye la asistencia concertada de todas las comunidades, parte de la pública (Baleares, Extremadura y Navarra) y no incluye gastos de gestión. El porcentaje que supone el PADI en la asistencia sanitaria general oscila entre el 0,1-0,3 % (Tabla 5).
El sistema PADI en datos cualitativos
- Legislación
Todas las comunidades disponen de legislación específica que respalda esta prestación, si bien no todas lo hacen con el mismo rango. Por orden de jerarquía normativa, el PADI está respaldado por un Decreto en Andalucía, Baleares, Extremadura, Navarra y País Vasco; por una Orden en Aragón y Murcia; y por una Resolución en Canarias.
- Gestión
Solo cuatro CC.AA. tienen una Unidad Específica de Gestión (UEG) del PADI con un dentista como jefe de servicio, responsable o coordinador (Baleares, Extremadura, Navarra y País Vasco). En Canarias, el coordinador es dentista pero no dispone de UEG específica. En el resto de comunidades, la gestión viene siendo compartida con servicios médicos, aunque a veces asesorados por un dentista, caso de Aragón. La ubicación del PADI es variable, en algunos casos, dependiente del Departamento o Consejería de Salud y en otros del Servicio Regional de Salud que, en cada comunidad, adopta una denominación específica. Las UEG dependen en general del Servicio Regional de Salud correspondiente. En Andalucía, pese a su antigüedad (2002) no existe una UEG centralizada ni hay un profesional dentista que dirija el programa; sí existen coordinadores provinciales, en general dentistas asistenciales a tiempo parcial en labores de gestión.
Solo algunas de ellas disponen de historia clínica informatizada (HCI); en Navarra, a pesar de su antigüedad (1991), no existe acceso telemático a la historia del usuario PADI y todavía se sigue utilizando el soporte papel para la interacción entre dentista concertado y gestión del PADI. Las herramientas de gestión también varían; casi todas disponen de una aplicación informática específica para la gestión de datos pero no hay un patrón común que permita ofrecer luego indicadores estandarizados.
- Memoria
Solo Navarra y País Vasco publican anualmente una memoria de actividades abierta a consulta, a la que se puede acceder a través de la página web correspondiente. Las demás comunidades manifiestan realizar memoria de actividades pero no es abierta a consulta y no siempre es anual. En el caso de Andalucía ha sido imposible acceder a esta información.
Además, existen dificultades para comparar datos entre comunidades. El contenido de estas memorias no está estandarizado y el único dato común a todas es el de la tasa de utilización anual. Por ejemplo, los datos de actividad asistencial son muy variables en su presentación, lo que dificulta la comparación entre comunidades.
- Comunicación y pagos al sector concertado
El funcionamiento de la comunicación entre la administración y los dentistas concertados es algo subjetivo y sobrepasa la capacidad de este trabajo, pero todas las comunidades manifiestan que, en general, no existen problemas de comunicación ni quejas importantes salvo situaciones concretas y puntuales. Tampoco parecen existir problemas ni retrasos importantes en el pago al sector concertado salvo, de nuevo, circunstancias puntuales que alguna comunidad manifiesta en los últimos años debido a recortes presupuestarios.
Aun siendo una prestación sanitaria financiada con fondos públicos, no todas las CC.AA. realizan el pago a los dentistas concertados directamente. Las Comunidades de Aragón, Murcia y Canarias lo realizan a través de los Colegios Profesionales.
Análisis DAFO
El acrónimo DAFO está formado por las iniciales de las cuatro variables de lo integran: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. De estas cuatro variables, las Fortalezas y Debilidades son factores internos del sistema, son los más fácilmente objetivables y sobre los que se puede actuar más directamente para su control y eventuales cambios. Por el contrario, las Oportunidades y Amenazas son factores externos, es más difícil actuar sobre ellos y, por lo tanto, se escapan con frecuencia al control del sistema de gestión4.
1. Fortalezas
Recientemente se ha publicado que la fortaleza del PADI vasco reside en: su alineamiento con los objetivos estratégicos de la política de salud del Gobierno Vasco, su adecuación técnica a las condiciones de su comunidad, su amplia red asistencial, su eliminación de barreras económicas, su exactitud presupuestaria, su mejora de la salud y su impulso de la equidad5 .
La discusión sobre las fortalezas de los diferentes PADI que tuvo lugar en el XXI Congreso de SESPO puso de relieve que el apoyo político es un factor importante común a casi todas ellas, aunque indicadores indirectos hacen pensar que en alguna comunidad no lo sea tanto, como en el caso de Murcia, debido a los recortes producidos. En otras comunidades, el cambio de signo político parece que puede dar un impulso mayor al programa. Aunque estas prestaciones tienen amparo legislativo a nivel nacional6 , su provisión mediante un sistema de concertación con el sector privado requiere del apoyo político en cada comunidad, y de la adecuación del sistema a las políticas de salud de la comunidad autónoma.
La existencia de una UEG con un odontólogo o estomatólogo como máximo responsable, fue reconocido como otro punto fuerte del sistema. Es el caso de Baleares, Canarias, Extremadura, Navarra y País Vasco. El ámbito de la salud bucal, por sus características, requiere de un tratamiento diferenciado del resto de los servicios sanitarios. Lamentablemente, en algunas comunidades PADI –y en la práctica totalidad del resto que aplican un sistema exclusivamente público– la dirección de la salud bucodental es ejercida por profesionales que no son odontólogos ni estomatólogos1 .
Otra fortaleza del sistema es la alta tasa de utilización en las comunidades en que esto ocurre. Respecto a este parámetro es necesario diferenciar la tasa de utilización anual de la frecuentación o utilización acumulada a lo largo de los años con derecho a PADI. Hasta el momento, solo Navarra y País Vasco han publicado datos al respecto. El techo de utilización anual hasta ahora alcanzado de un 67-70 % pude dar la idea equivocada de que más de un 30 % de los usuarios no se benefician del sistema. Pero esta cifra se refiere solo a un ejercicio concreto. Sin embargo, las cifras de frecuentación o tasa de uso acumulada muestran que solo entre el 7 y el 9 % no lo han utilizado nunca, entre el 29 y el 38 % lo utilizan todos los años y el resto lo utiliza intermitentemente5,7.
Otra fortaleza es la equidad que promueve el sistema lo que no quiere decir que la equidad haya sido alcanzada. Los datos publicados hasta ahora referidos a Navarra, muestran que ni el lugar de residencia (urbano/rural) ni el nivel socioeconómico han sido barreras ya que no presentan diferencias en su frecuentación7 .
Otro elemento central como fortaleza del sistema es la adecuación técnica del modelo con un enfoque de mantenimiento de la salud; la extensa red asistencial en continuo aumento desde la implantación del sistema1 es otra fortaleza, unido a la previsibilidad del gasto.
2. Debilidades
Los mismos elementos de fortaleza, en su ausencia, se convierten en debilidad. Es el caso de la falta de una UEG en Andalucía, Aragón y Murcia.
La baja tasa de utilización también en Andalucía y Aragón, además de Baleares y Canarias es otra debilidad. Esta baja tasa muestra la escasa proyección del programa en la sociedad, su desconocimiento como resultado probable de la falta de acciones de apoyo y promoción. Aun las tasas más altas de otras comunidades muestran su lado débil al no sobrepasar las cifras mencionadas anteriormente.
3. Oportunidades / Amenazas
Alguna comunidad analiza el reciente cambio de signo polí- tico como una oportunidad del sistema en su caso concreto; sin embargo, el mismo hecho de cambio político es visto como una posible amenaza en otras comunidades.
La posibilidad de aumento de la red asistencial concertada fue también vista como una oportunidad, mientras que el posible cambio de prioridades en política sanitaria en un entorno de envejecimiento de la población y recorte de recursos es visto como una amenaza.
La previsibilidad de gasto, que es una fortaleza aparente del sistema, fue también analizada como una posible amenaza. En la discusión se puso de manifiesto que una posible herramienta para contener el gasto, en un sistema de presupuesto cuasi cerrado por el sistema de pago capitativo, es no promocionar el servicio, obtener una baja tasa de utilización anual, lo que puede dar como resultado un gasto a la baja por servicios concertados.
DISCUSIÓN
El inicio del PADI en los años 1990 supuso una apuesta decidida por una política sanitaria con unas características novedosas en aquel tiempo en donde la Odontología en España contaba con dos claros elementos protagonistas:
(1) un programa asistencial marcadamente de salud pública y (2) el inicio de un proceso de concertación con el sector privado para su desarrollo. El programa marcaba unas directrices de actuación a los profesionales mediante un protocolo claramente preventivo y retribuido mediante un sistema de capitación. Aquello constituyó una pequeña revolución en nuestro sistema asistencial y su puesta en marcha no estuvo exenta de dificultades en sus años iniciales y fue incomprendido por algunos sectores profesionales.
A pesar de algunas reticencias iniciales, el PADI ha logrado una importante implantación en España cubriendo al 39 % de la población infantil y adolescente, una red de profesionales que totaliza más de 4.000 dentistas, el 89 % del sector concertado (Figura 2) y, en los últimos 5 años, ha atendido a casi 3,5 millones de niños y adolescentes en toda España (Tabla 3).
Esta implantación está respaldada por una legislación de soporte que le da estabilidad y le asegura una continuidad en comparación con el carácter provisional e inestable que tenían los primeros programas de intervención, solamente preventivos, que comenzaron a implantarse en los años 1980. Esta estabilidad se la da tanto la legislación nacional6 que incluye tratamientos odontológicos para población infantil como las legislaciones específicas en cada comunidad autónoma.
El sistema PADI ha tenido un desarrollo desigual en las diferentes CC.AA. que lo han ido implantando. Presenta diferencias de una comunidad a otra, además de algunas carencias. Esto produce situaciones de inequidad entre los beneficiarios PADI del conjunto del país, y con el resto de la población1,8. Veamos algunas similitudes y algunas carencias:
En su inicio, el desarrollo del sistema fue parejo en Navarra y País Vasco que ya acumulan una experiencia de 25 años. Disponen de un protocolo asistencial similar, una red asistencial concertada muy mayoritaria (>95 %), una tasa de utilización anual y un perfil asistencial similares (Figura 5). Ambas tienen una UEG con un dentista como máximo responsable.
Andalucía fue la siguiente comunidad en adoptar el sistema inspirado en el de estas comunidades. A pesar de sus ya trece años de existencia presenta limitaciones y carencias importantes. No dispone de una UEG que dirija y coordine la asistencia dental para toda la comunidad. Su tasa de utilización anual no supera el 33 % y es de las más bajas, lo que pone de manifiesto la falta de dirección y de promoción. Tampoco dispone de memoria de actividad aunque sí memorias parciales realizadas por los coordinadores provinciales. En el lado positivo, por los datos facilitados, su perfil asistencial es claramente preventivo (Figura 5) lo que demuestra que los protocolos asistenciales del PADI son aplicados por los dentistas.
Murcia adoptó el sistema un año después de Andalucía. Desde el inicio este PADI se diferenció marcadamente de los existentes hasta el momento. Un protocolo asistencial diferente, tratamiento de caries solo para molares, tratamiento de endodoncia excluido de la capitación, y la dirección y gestión delegada en el Colegio Oficial de Dentistas mediante convenio con el Servicio Murciano de Salud, fueron algunas de las diferencias más importantes. La tarifa de capitación fue, desde el inicio, un 45 % superior a las tarifas existentes. Tras unos años de desarrollo rápido con altas tasas de utilización anual, fue recortado drásticamente en el año 2013 y actualmente solo cubre a los niños/as de 6 a 8 años. No dispone de UEG ni dentista coordinador.
La falta de una UEG dirigida por un profesional de la Odontología es la carencia más importante en algunas comunidades. Es el caso de Aragón, Andalucía y Murcia. Sin esta unidad no es posible dirigir y gestionar un área tan específica como es la asistencia dental. Las comunidades que sí disponen de esta unidad tienen, en general, las mayores tasas de utilización anual (exceptuando Canarias que comenzó en 2009), publican memoria de actividades y, por tanto, pueden evaluar resultados.
El mayor peso de la asistencia odontológica PADI la soporta el sector privado concertado. Desde el inicio esta fue una característica del sistema. Esta colaboración sector público–sector privado es la que ha posibilitado que la población infantil disponga de un servicio de atención dental accesible en términos de implantación geográfica, cercanía física y amplitud de horario, con resultados positivos según apreciaron los responsables de las diferentes comunidades. Esta era una de las apuestas fuertes del PADI y es justo reconocer el esfuerzo y la positiva aportación que los dentistas concertados han dado a la salud pública en España.
La segunda apuesta importante era la instauración de protocolos clínicos orientados a la prevención antes que al tratamiento, con un sistema de pago por capitación. Los resultados hasta la fecha son muy positivos y los perfiles asistenciales muestran que los dentistas los han aplicado de manera exitosa: todas las comunidades, salvo Extremadura y Murcia, presentan un perfil asistencial preventivo (Figura 5). La valoración epidemiológica de ello está fuera de los límites de este trabajo, pero el País Vasco, que ya la ha realizado, muestra buenos resultados5.
Otra carencia es el desconocimiento de su coste real atendiendo a los tres parámetros antes mencionados: coste de la asistencia pública, coste de la concertada y coste de la gestión. Solo la Comunidad de Baleares pudo proporcionar los costes asistenciales de la pública y la concertada, pero no de la gestión (Tabla 5). De entrada, solo disponiendo de una UEG es posible identificar adecuadamente estos costes. Ninguna comunidad lo hace y, sin embargo, su conocimiento es vital para evaluar y contrastar el coste de esta asistencia. En la ya clásica discusión de política sanitaria sobre colaboración entre sector público y privado, es esencial conocer los costes relativos a uno u y otro para que los administradores sanitarios puedan tomar las decisiones más convenientes al control del gasto público, y a sus resultados en términos de salud de la población. Una carencia importante es precisamente esta falta de evaluación de resultados en términos de coste-efectividad.
Entre los retos de futuro, el sistema PADI debe afrontar los siguientes de manera urgente: (1) creación de Unidades Específicas de Gestión allí donde no existen; (2) promover la equidad mediante una mayor proyección social del programa al objeto de aumentar la tasa de utilización; (3) unificar criterios de evaluación y realizar esta evaluación.
AGRADECIMIENTOS
Castaño Seiquer A, Obón Nogués J, Trullols Casas C, Vázquez García-Machiñena J, Rueda García J, Martínez Beneyto Y, Artázcoz Osés J, Simón Salazar F.
BIBLIOGRAFÍA
1. Cortés Martinicorena FJ, Cerviño Ferradanes S, Blanco González JM, Simón Salazar F. Informe sobre los Servicios de Salud Bucodental en España. Situación de las Comunidades Autónomas, 2013. RCOE 2014; 19(1): 12-42.
2. Cortés FJ, Simón F. El PADI a examen de sus profesionales. La opinión de los dentistas concertados del País Vasco y Navarra. RCOE 2004; 9(3): 289-296.
3. Simón F. El PADI del País Vasco. El principio de un modelo para la salud. En: Castaño A, Ribas D, ed. Odontología Preventiva y Comunitaria. La Odontología social. Un deber, una necesidad, un reto. Sevilla: Fundación Odontología Social, 2012: 625-632.
4. Roberto Vieites Rodríguez. Cómo elaborar el análisis DAFO. Cuadernos prácticos de gestión empresarial. Santiago de Compostela: C.E.E.I GALICIA, S.A. (BIC GALICIA), 2012.
5. Simón Salazar F, Aguirre Urízar JM. 25 años del PADI en el País Vasco (1990-2014). RCOE 2015; 20(3): 3-14.
6. Ministerio de Sanidad y Consumo. REAL DECRETO 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento de actualización. Madrid: B.O.E. Num 222, pp. 32650-32679, de 16 de septiembre de 2006.
7. Cortés Martinicorena FJ, Bravo Pérez M, Artázcoz J. ¿Quién utiliza el Programa de Atención Dental Infantil (PADI)? Patrón de utilización del servicio en Navarra. RCOE, 2010; 15(2): 127-132.
8. Pinilla J, Negrín-Hernández MA, Abásolo I. Time trends in socio-economic inequalities in the lack of access to dental services among children in Spain 1987-2011. Int. J Equity Health, 2015; 14(1): 9. doi: 10.1186/ s12939-015-0132-8. PMC free article.