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ORTODONCIA
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Estos minitornillos suelen colocarse en la zona retromolar y el uso de elásticos intramandibulares desde el propio plás- tico del alineador de la arcada inferior hasta el minitornillo aumenta el anclaje y facilita la retrusión dentoalveolar de la arcada inferior que, como hemos comentado anteriormente, resulta menos predecible que la de la arcada superior. Pero más interesante resulta aún, el uso de los cordales inferiores como anclaje después de haber sido endodonciados y haber- se realizado odontosección de su cara mesial en la cantidad necesaria para la obtención del espacio requerido para la dis- talización de la arcada inferior y así alcanzar la Clase I canina26.
- Tratamiento de maloclusiones verticales
Hablamos de maloclusiones verticales para referirnos a aque- llas en las que existe alteración en el plano vertical, por exceso o por defecto. Son las mordidas profundas e infraoclusión anterior, respectivamente.
La mordida profunda o sobremordida aumentada, es una de las maloclusiones más difíciles de corregir. Suele asociarse a pacientes braquifaciales con patrones hipodivergentes con una tendencia al bruxismo27.
Esto resulta desfavorable en los tratamientos con esta técnica puesto que, de por sí, los alineadores estimulan el contacto entre ambas arcadas dentarias y, con él, la “intrusión relativa” de sectores posteriores, contraproducente en el tratamiento de aquellos casos en los que precisamente es necesaria la intrusión de sectores anteriores y extrusión de los posteriores. Los problemas de mordida profunda predecibles son los que parten de unos incisivos rectos o retroinclinados, ya que la corrección será mediante proinclinación y consiguiente intrusión relativa.
Las opciones de tratamiento en una mordida profunda son, por una parte, la intrusión del sector anterior, que puede ser absoluta o relativa y, por otra, la extrusión de sector poste- rior. En muchos casos, la corrección se produce mediante una combinación de ambas28.
La intrusión relativa es más predecible que la absoluta, mien- tras que la extrusión posterior es un movimiento con baja predictibilidad ya que, como hemos mencionado anterior- mente, el propio alineador limita el movimiento extrusivo de los dientes posteriores.
Sin embargo, existen diferentes mecanismos para facilitar la infraoclusión posterior y evitar este efecto de intrusión de sectores posteriores producido por los propios alinea- dores y las fuerzas de la oclusión, que son desfavorables para la corrección del problema de mordida profunda. Se trata de rampas de mordida de precisión, colocados en la superficie lingual de incisivos centrales y laterales superio- res, o bien rampas convencionales en caninos superiores, que aumentan la dimensión vertical al tiempo que liberan la oclusión posterior y permiten la proinclinación de los dientes en los que se apoyan. Estos levantes de mordida de precisión se colocarán en aquellos casos en los que el resalte lo permita.
Otros de los mecanismos que se incluyen en el protocolo de tratamiento de las mordidas profundas son los puntos de pre- sión colocados en los dientes cuyo movimiento es de intrusión absoluta, junto con ataches de extrusión o anclaje colocados en los dientes posteriores.
Estos ataches pueden ser pasivos, de forma que su función se limita a aumentar la retención del alineador en los dien- tes posteriores, al mismo tiempo que se produce la intrusión de los dientes anteriores. O bien activos de extrusión, con la superficie gingival biselada para que la fuerza del alineador ejerza su efecto en este punto y se produzca el movimiento extrusivo deseado29.
Todos estos mecanismos: rampas de mordida de precisión, puntos de presión en la superficie palatina de dientes ante- riores y ataches de extrusión en dientes posteriores, forman parte de las funciones o protocolo G5 para aumentar la pre- dictibilidad del tratamiento de mordidas profundas y han resultado muy útiles en la corrección de las mismas30.
La correcta planificación del tratamiento si conocemos los recursos de tratamiento con ortodoncia transparente, junto con la sobrecorrección del torque final de los incisivos supe- riores, ayudarán a la consecución de unos resultados óptimos. La infraoclusión anterior (mordida abierta anterior) es, por el contrario, una maloclusión muy predecible de corregir con ortodoncia transparente.
Es preciso estudiar la etiología de la misma, así como la posi- ción de inicio de los dientes anteriores y la posible compre- sión basal o dentoalveolar de las arcadas dentarias.
Las infraoclusiones anteriores suelen estar asociadas, con fre- cuencia, a hábitos o alteraciones de la función. El diagnóstico precoz de los mismos y su rehabilitación resultan fundamen- tales para poder realizar un correcto tratamiento y evitar pos- teriores recidivas31.
Las opciones de tratamiento de la infraoclusión anterior son la extrusión anterior, que puede ser absoluta o relativa; y la intrusión posterior, movimiento que como hemos comen- tado, resulta muy favorable para tratar con los alineadores. También en estos casos se suele realizar un tratamiento com- binado con ambas opciones terapéuticas.
La extrusión relativa de dientes anteriores es más predecible que la absoluta y es posible en casos con dientes anteriores proinclinados, donde el movimiento de retrusión se acom- paña de una extrusión relativa de los mismos32.
Por su parte, la extrusión absoluta de dientes anteriores, al ser un movimiento menos predecible, se acompaña de la coloca- ción de unos ataches de extrusión en los incisivos superiores con la superficie biselada hacia gingival para favorecer este movimiento.
Existen diversas publicaciones que analizan y constatan la intrusión de los dientes anteriores producida tras el trata- miento con alineadores7, 30.
Sin embargo, no hay nada escrito acerca de la intrusión que producen los mismos en los dientes posteriores. Sí sabemos que el alineador evita el movimiento extrusivo de sectores
RCOE, Vol. 22, no. 2, junio 2017













































































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