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CAsO cLÍnIcO
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Una vez visualizamos la cresta ósea se realiza la decorticali- zación con raspador óseo , aprovechando también la zona retromolar para recolectar mas hueso (figura 3). Posteriormente se realizó una corticotomía crestal , reali- zando dos descargas óseas en mesial y distal con instru- mental piezoeléctrico (figuras 4 y 5).
A continuación se utilizaron los osteotomos roscados Microdent (figura 6) insertándolos de forma progresiva que nos van a permitir realizar la separación del fragmen- to vestibular de un modo más seguro y controlado hasta conseguir una anchura de aproximadamente 6.5 - 7 mm (figura 7).
El gap creado tras la ejecución de la técnica se rellenó con hueso autólogo particulado (figura 8).
Fijamos las tablas vestibular y lingual mediante tornillos de osteosíntesis que nos servirán para mantener el espa- cio hasta la reentrada (figura 9).
Se cubrió con una membrana reabsorbible (figura 10). Finalmente se dieron varios puntos simples con sutura de seda 4/0, permitiendo el cierre primario de la herida sin tensión.
Esperamos 4 meses para realizar la reentrada, en la cual nos encontramos suficiente cantidad ósea para colocar los implantes convencionalmente (figuras 11 y 12).
DIscusIÓn
En la rehabilitación de maxilares atróficos, la técnica de expansión ósea posibilita insertar implantes sin necesidad de realizar tratamientos más complejos consiguiendo una mayor cantidad de hueso que rodea al implante.
La técnica de Split-Crest permite la estabilización prima- ria de implantes dentales en rebordes óseos atrofiados mediante procedimientos de expansión ósea. Esta técni- ca puede ser indicada como alternativa a procedimientos regenerativos, evitando la morbilidad de un área donante, disminuyendo el número de procedimientos quirúrgicos y el tiempo de tratamiento. Sin embargo, la morfología del defecto óseo es una consideración importante en la indi- cación de la técnica. Se requiere de un reborde alveolar compuesto en su mayoría por hueso medular, con base ancha y cresta en forma de filo de cuchillo, con altura ósea suficiente (10 mm como mínimo) y un ancho de entre 3 y 5 mm9 . De esta manera, la técnica tiene como objetivo crear un espacio por división de la cresta ósea en dos partes con una fractura longitudinal en tallo verde. Independientemente de variables presentes en cada situación clínica como son la dureza del hueso, su calidad, la carga soportada, la ferulización o no con otros implan- tes etc. debemos convenir como imprescindible a la hora de colocar un implante la nada despreciable cifra de 6,5 mm de hueso en anchura de media. Este resultado lo obtenemos si sumamos un cuello medio de un implante de entorno a 4 mm y 1 mm de hueso cortical a cada lado (+ – 0,5 mm). Dicha anchura mínima es imprescindible
si queremos hueso vital con cortical externa aceptable y esponjosa interna correctamente vascularizada que con- fiera sustento a los procesos biológicos.
La técnica Split Crest elaborada en una sola fase de forma convencional es una técnica con una alta predictibilidad18. La principal ventaja que aporta la técnica Split en dos fases es la corrección de la angulación del implante colocado en segundo término, posibilitando una rehabilitación estéticamente más predecible y el abordaje de casos más complejos que no podrían tratarse con la técnica Split con- vencional19,20. Además, minimiza las pérdidas óseas verti- cales y permite expandir de nuevo al colocar el implante definitivo. Una de las principales complicaciones en la téc- nica Split convencional es la fractura de las corticales que imposibilita la fijación correcta del implante definitivo . Por ello, algunos autores recomiendan la realización del Split en dos fases: primera fase de expansión y posterior inser- ción de los implantes en los casos en los que la expansión sea mayor, aun cuando esto implique una ligera pérdida de la anchura ganada 21-23.
cOncLusIÓn
El desarrollo de la implantología ha hecho posible que el tratamiento con implantes sea una realidad aún en casos de escasa disponibilidad ósea. Además de los injertos óseos existen otras alternativas terapéuticas en las que se encuentra la expansión crestal, que contribuyen a solucio- nar con éxito casos complejos de crestas alveolares estre- chas. Las técnicas de expansión se han convertido en una forma habitual de trabajo en la práctica diaria, consiguien- do con la misma una máxima longevidad en los tratamien- tos implantológicos.
bIbLIOGrAFÍA
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rcOE, Vol. 23, No. 2, junio 2018