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sensibilidad en hemilabio inferior durante la primera semana, que a la segunda semana había recuperado totalmente. A los cuatro meses se cargaron los implan- tes con un resultado funcional y estético aceptable.
DISCUSIÓN
Con frecuencia la rehabilitación de la mandíbula poste- rior con reabsorción ósea avanzada presenta limitacio- nes anatómicas debido a la altura ósea insuficiente que no permite la colocación de implantes de una longitud adecuada. Para satisfacer las necesidades de los pacien- tes con esta situación anatómica, se han propuesto dis- tintas técnicas quirúrgicas entre las cuales se encuentran las técnicas de movilización del NDI. Esta técnica permite la colocación de implantes en una misma intervención, con una estabilidad primaria óptima, y tiempo de trata- miento y tasas de éxito comparables a los implantes colocados en situaciones convencionales9. La desventaja de esta técnica es la posible alteración neurosensorial postquirúrgica4-8. Jensen y Nock 1 en 1987 fueron los pri- meros en describir la movilización del NDI para la colo- cación de implantes en mandíbula posterior atrófica. Presentaron un caso clínico y de acuerdo con los criterios subjetivos, la función neurosensitiva volvió a la nor- malidad a las cinco semanas. Sin embargo, las tasas de complicaciones neurosensitivas postoperatorias varían ampliamente entre los distintos estudios4-8. Esta gran variabilidad de los resultados en la sensibilidad posto- peratoria puede estar atribuida a la metodología usada, desde los test subjetivos realizados hasta los distintos procedimientos quirúrgicos, los cuales también depen- den de la técnica del operador. Los resultados indican que la técnica de lateralización del NDI sin incluir el agu- jero mentoniano resulta menos traumática produciendo menos alteraciones neurosensitivas2,6. La incorporación de la tecnología piezoeléctrica en el campo de la ciru- gía oral es un método valido para reducir o eliminar las complicaciones neurosensitivas postoperatorias. Sus principales ventajas son el corte preciso y controlado, la visibilidad del campo quirúrgico, y la disminución del riesgo de lesionar los tejidos blandos adyacentes. En los procedimientos quirúrgicos con riesgos significativos de dañar las estructuras nerviosas, como es el caso de la movilización del NDI, la utilización de la ostectomía ultrasónica parece ser la técnica de elección10. La técnica de ostectomía ultrasónica para la movilización del nervio dentario inferior fue usada por primera vez en 2005 por Bovi11, cuyo caso clínico mencionó un mejor abordaje quirúrgico, menor riesgo de dañar el nervio, y la reduc- ción del estiramiento del nervio mentoniano realizando una ventana menor y una inclinación apicocoronal del instrumento para capturar el paquete vasculonervioso, un método imposible con instrumentos convencionales. En casos clínicos posteriores12, 13, 14 la ostectomía ultrasó-
nica ha sido descrita como mínimamente dañina en la lateralización y transposición del IAN, la cual fue referida como una de las mayores indicaciones para esta tecno- logía. Posteriormente, Bovi M et al.15 evaluaron las alte- raciones neurosensitivas en la movilización del nervio dentario inferior usando el Piezosurgery® en 10 casos. Lo evaluaron mediante los test de función de neurocirugía en un período de 36 meses en el cual todos los pacientes volvieron a una sensación normal después de un breve período. Las respuestas subjetivas del paciente a un cuestionario confirmaron los hallazgos. La tasa de éxito de los implantes fue del 100%. Metzger et al16 realizaron un estudio experimental comparando la utilización del Piezosurgery® y una fresa convencional en la lateraliza- ción o la transposición del nervio dentario inferior para evaluar los efectos sobre los tejidos blandos y duros. El grado de lesión nerviosa fue menor utilizando el Piezosurgery® que cuando se utilizaron fresas rotatorias convencionales. Tras nuestra experiencia anterior con la utilización del Piezosurgery® en la técnica de distracción ósea alveolar17, nosotros decidimos utilizar la técnica de ostectomía con dispositivo piezoléctrico, cuya principal función es cortar tejidos duros sin dañar los tejidos blandos en la movilización del NDI. Basándonos en la técnica descrita por Bovi et al.11 realizamos una ventana más pequeña, realizando una cirugía más conservadora, que ayuda a evitar fracturas después de la colocación de los implantes 6. Durante la cirugía, el NDI puede dañarse directamente (interrupción axonal por el instrumento de corte) o indirectamente por estiramiento durante su movilización. Desde su introducción en el mercado, se han descrito diversas aplicaciones de la cirugía ósea piezoeléctrica en la cirugía oral y maxilofacial (extrac- ciones dentales, apicectomías, elevaciones de seno, injertos óseos, lateralizaciones o transposiciones del nervio dentario inferior, expansión de la cresta alveolar y ostectomías maxilares). Nuestros resultados iniciales parecen confirmar los encontrados por Bovi et al.15 que sugieren que la reducción en el despegamiento del colgajo y la reducción del tiempo quirúrgico comparado con la técnica convencional pueden permitir un mejor control de las alteraciones sensoriales postquirúrgicas. En este sentido la utilización del Piezosurgery® en la cirugía de movilización del NDI resulta en alteraciones en la sensibilidad nerviosa que remiten en un plazo de entre 2 a 4 semanas, aunque estos resultados deben ser evaluados con precaución al tratarse de series con un limitado número de pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
1. Jensen O, and Nock D. Inferior alveolar nerve repositioning in conjunction with placement of osseointegrated implants: a case report. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 1987; 63:263-8.
2. Hirsch J-M, Branemark P-I. Fixture stability and nerve
Movilización del nervio dentario inferior con PIEZOSURGERY®. Sande Sardina A. et al. - 9-