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ImPlantOlOgía Oral
luación. Respecto a la profundidad de sondaje (PPD), no hubo tampoco ninguna diferencia entre los dos grupos después del año de seguimiento, siendo la media 3.41 mm para los aditamentos curvados y 3.37 mm para los rectos.
En la misma línea, Van Weehaeghe et al. 201733 en su estudio determinaron también que no había repercu- sión en la pérdida de hueso en el uso de pilares angu- lados respecto convencionales. Los autores, a diferen- cia del anterior estudio31, usaron una combinación de implantes y aditamentos angulados, y implantes y adi- tamentos rectos. En posterior colocaron dos implantes angulados, uno con un pilar también inclinado con una angulación de 24o y otro con un aditamento recto. En anterior, dos implantes rectos fueron colocados en cada paciente y uno de ellos llevaba un aditamento multi-unit convencional a modo de comparación.
Los resultados determinaron que, después de 48 meses de seguimiento, el implante con menor pérdida de hueso de media (0.74 mm) y menor profundidad al son- daje (2.57 mm) era el que estaba localizado en posterior con el pilar angulado. No obstante, no fue el que obtuvo menor índice de placa ni sangrado al sondaje, por lo que los resultados no fueron relevantes.
Por último, respecto a la forma macroscópica del adita- mento, en la revisión bibliográfica de Iglhaut et al. 201434 los autores observaron que en algunos estudios, en los pilares con perfil convexo el epitelio de unión se observa más largo y grande, pero también que en los aditamen- tos cóncavos el tejido conectivo era mucho más extenso y había un nivel óseo que se mantenía estable. Además, también analizan los efectos de los implantes con cam- bio de plataforma y claramente observan menos pér- dida de hueso que con aquellos que usan aditamentos convencionales, determinando que los implantes con cambio de plataforma igual o superior a 0.4 mm tendían a generar menor lesión periimplantaria39. No obstante, la extensión y adaptación del tejido conectivo fue de carácter similar en ambos.
De esta manera, podríamos pensar que los pilares cón- cavos ofrecen mejores beneficios a nivel biológico que los convexos. Estos resultados contradicen el estudio de Weinlander et al. 201136, donde realizaron un experimen- to observando los posibles beneficios biológicos de los pilares cóncavos, comparándolos con los aditamentos convencionales convexos al año de su colocación.
Los resultados mostraron que no había diferencia sig- nificativa en pérdida ósea entre los aditamentos cónca- vos y los convexos. En relación a los tejidos blandos, a
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diferencia del estudio anterior34, no se observó ninguna diferencia significativa en su altura y ambos presentaban una ausencia de placa y sangrado al sondaje al año de evaluación.
COnClUsIOnes
No existe un pilar intermedio ideal que nos garantice unos resultados biológicos sin complicaciones ni sin aparición de enfermedades periimplantarias. Tampoco es posible modificar ni estimar el periodo de superviven- cia o el porcentaje de éxito que tendrá nuestro implante dependiendo del aditamento utilizado. No obstante, el diseño de nuestro pilar intermedio puede ayudar a mejorar claramente el pronóstico del implante y evitar, de la mayor medida posible, la pérdida ósea progresiva generada a la colocación de éste.
La zirconia o óxido de zirconio, como material cerámico en la composición de los pilares, ha demostrado tener unas mínimas ventajas biológicas respecto a los adita- mentos de titanio. Sin embargo, su menor resistencia a fuerzas oclusales o sus limitaciones económicas son puntos a tener en cuenta ya que, a pesar de ser un material biológicamente más ventajoso que el titanio convencional, tiene ciertos aspectos que evitan que sea el material de elección.
En relación al diseño macroscópico, es importante pen- sar que la literatura ha evidenciado con claridad que la altura del pilar es uno de los puntos más clave en el pro- nóstico del implante. A cuanto más altura del aditamen- to, menos pérdida ósea habrá, siendo recomendable utilizar una altura entre 2 y 4mm.
Los presentes estudios de la literatura actual muestran resultados muy interesantes respecto a la angulación y la forma del pilar intermedio. Sin embargo, estos paráme- tros siguen despertando controversia e incertidumbre, al haber múltiples resultados distintos sobre el posible beneficio de cada uno. Aún así, sí es cierto que los estu- dios han demostrado un posible beneficio de los pilares cóncavos respecto los convexos, aunque son necesarios más estudios de investigación para extrapolar unas con- clusiones claras.
Para finalizar, es importante tener en cuenta los posi- bles factores no controlados en la realización de estos estudios como el tabaco, las enfermedades sistémicas previas, la enfermedad periodontal previa, el control de higiene oral, el tipo de hueso o el exceso de fuerzas oclu- sales en caso de pacientes bruxistas. Un mayor consenso en la metodología de los estudios es primordial para alcanzar unas conclusiones más relevantes.
No. 1, febrero 2020 142 -