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CIRUGÍA MAXILOFACIAL
estos, fue realizada una guía quirúrgica que se utilizó en la inserción de los implantes.
La principal variable evaluada fue la supervivencia del implante seguida de la pérdida ósea crestal o la apari- ción en los pacientes de efectos secundarios producidos por la cirugía o la inserción del implante.
Se recogieron para ello datos generales (demográficos, enfermedades previas, tratamientos farmacológicos), datos relativos a los implantes (posición, diámetro, lon- gitud) y datos de seguimiento (efectos secundarios, pérdida ósea y supervivencia del implante).
La medición de la pérdida ósea marginal se realizó en la última radiografía panorámica de seguimiento. Para la realización de las radiografías panorámicas todos los pacientes fueron colocados en la misma posición, iden- tificada mediante marcas en el suelo para la posición de los pies, olivas auditivas para fijar la posición de la cabeza, calibre láser para establecer el correcto plano bipupilar y la línea media facial, así como un mordedor y un apoyo para la barbilla. Una vez obtenida la radiografía en forma- to digital es calibrada mediante un software específico (Sidexis measure) a través de una longitud conocida en la radiografía como es el implante dental. Una vez introdu- cimos la medida de calibración, el programa informático realiza un cálculo basado en esta medida para eliminar la magnificación, pudiendo realizar mediciones lineales exentas de este error. La pérdida ósea crestal fue medida en dos puntos: mesial y distal de cada implante.
La recolección de los datos estadísticos y su análisis fue realizada por dos investigadores diferentes. Fue realiza- do un test de Shapiro-Wilk sobre los datos obtenidos para constatar la distribución normal de la muestra.
Las variables cualitativas se describieron mediante un aná- lisis de frecuencias y las variables cuantitativas se describie- ron mediante la media y la desviación estándar. La supervi- vencia de los implantes se calculó mediante el método de Kaplan-Meier. La altura ósea residual antes y después de la carga de los implantes se comparó mediante comparación de medias (t-student para muestras relacionadas).
FIGURA 2. Radiografía inicial de uno de los pacientes incluidos en el estudio. Precisa rehabilitación del segundo cuadrante y la extracción de los molares del primer cuadrante para su posterior rehabilitación con implantes.
FIGURA 1. Diámetros y longitudes de los implantes incluidos en el estudio.
Los datos fueron analizados con SPSS v15.0 para Windows (SPSS Inc., Chicago, IL, USA).
RESULTADOS
Fueron reclutados 11 pacientes a los que se insertaron 15 implantes que cumplieran con los criterios de inclusión. La edad media de los pacientes incluidos en el estudio fue de 58 años (±6,7) y 6 de ellos fueron mujeres.
En el 13,3% de los implantes se realizó carga inmedia- ta en las primeras 24 horas tras la cirugía. El resto de los implantes se rehabilitaron en seis meses desde la inserción (dos fases quirúrgicas-técnica convencional). El 80% de los implantes insertados fueron de 6,50 mm de longitud, siendo el diámetro más utilizado el de 5,50 mm (40% de los casos). Las longitudes y diámetros de los implantes del estudio se muestran en la Figura 1. El tipo óseo mayoritario fue el tipo III (40%) seguido del tipo IV (33,3%), y por último tipo II (20%) y tipo V (6,7%). El torque de inserción medio fue de 36,6 Nw/cm (±16,22). La mayoría de los implantes insertados fueron extremos libres posteriores superiores (66,7%), siendo el resto rehabilitaciones completas.
FIGURA 3. Imagen intraoral inicial del paciente. La pérdida de piezas en sectores posteriores ha generado un colapso anterior con pérdida de la dimensión vertical.
RCOE, Vol. 25, No. 3, septiembre 2020 - 197 -