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CirugíA dE imPlAntEs
arrojan menor dolor en el grupo de pacientes tratados con láser.
En el grupo de pacientes tratados con punch, necesi- taron tomar analgésicos 22 y no necesitaron analgesia 8 mientras que en el grupo de pacientes tratados con láser, necesitaron analgésicos 2 pacientes y no los nece- sitaron 28, por tanto la necesidad de analgesia es mayor cuando se realiza la cirugía mediante punch. Asimismo los pacientes intervenidos con punch necesitan tomar analgésicos más días que los pacientes tratados con láser.
En cuanto a la inflamación percibida por el paciente en los siete días posteriores a la intervención, en los pacien- tes tratados con punch, 27, refirieron tener inflamación y 3 no lo refirieron, mientras que en los pacientes trata- dos con láser, 12, refirieron tener inflamación y 18 no lo refirieron, por tanto, refieren tener más inflamación los pacientes tratados con punch. Igualmete los pacientes tratados con punch perciben inflamación en la zona durante más días que los pacientes tratados con láser.
discusión
El objetivo general de nuestro estudio es demostrar la utilidad del láser de diodo en la segunda fase de la ciru- gía de implantes y sus ventajas con respecto al bisturí circular o punch.
En nuestro estudio los implantes se colocaron siguiendo la técnica sumergida o de dos fases. El uso de esta técni- ca implica que el implante se cubra con tejidos blandos, que deben ser descubiertos posteriormente en una segunda fase quirúrgica.
Múltiples autores nos hablan de las ventajas del láser de diodo frente al bisturí en el ámbito de la implanto- logía8,9,10.
Con nuestro estudio pretendemos demostrar que las múltiples ventajas que se le atribuyen al uso del láser de diodo en el campo de la cirugía oral, son también extensibles a la práctica de la segunda fase de la cirugía de implantes.
Existen muy pocos estudios sobre la utilización del láser de diodo en la segunda fase de la cirugía de implantes y no hemos encontrado ninguno en el que se comparen específicamente las técnicas de punch y de láser de diodo para esta segunda fase. Por ello, para contras- tar nuestros resultados con los de otros estudios, lo hacemos con los que comparan el láser de diodo con cualquier otra técnica y con los que utilizan de forma aislada alguna de las dos técnicas, tanto en segunda cirugía como en otros aspectos de la cirugía oral y la periodoncia.
El tamaño de la muestra (n=60) es superior al de otros estudios en los que se aplican técnicas con láser de diodo para la realización de la segunda fase quirúrgica, cuyas muestras varían entre 12 y 50 pacientes7,11-14 y tam-
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bién superior a estudios en los que se aplica el láser en otros tratamientos de cirugía oral15-17 que oscilan entre los 30 y 37 pacientes. Dichotamañomuestralresultaadecuadoparaquelasprue- bas estadísticas sean lo suficientemente significativas.
duración de la intervención:
Se observan diferencias mayores, en otros estudios y el nuestro, entre una y otra técnica con respecto a la duración de la intervención. Probablemente se podrán justificar estas diferencias en que comparan el láser de diodo con el bisturí convencional, y éste último requiere, a diferencia del punch, sutura de tejidos blandos que conlleva un incremento en la duración de la interven- ción. De todas formas, en esos estudios las diferencias observadas no tienen relevancia estadística, al contrario que en el nuestro.
Diámetro de la incisión:
Esta precisión en el corte que proporciona el láser de diodo junto con el hecho de que el diámetro del punch utilizado debe sobrepasar como mínimo 0,5 mm el diá- metro de la tapa de cicatrización del implante, parece ser la explicación a los menores diámetros de incisión obte- nidos en los implantes descubiertos en nuestro estudio mediante láser de diodo.
Valoración de la encía postquirúrgica:
Múltiples autores18,19-21 afirman que la aplicación del láser quirúrgico en los tejidos blandos que rodean o cubren el implante produce, comparándolo con las técnicas tradicionales, una menor inflamación y dolor postquirúr- gico, una mejora en la cicatrización de los tejidos, y un acortamiento del tiempo necesario antes de la toma de impresiones.
Si comparamos nuestros resultados con los de estos estu- dios, evidencian una coincidencia con los nuestros, en el menor edema y tiempo necesario para la toma de impre- siones que se produce con el tratamiento mediante láser.
Valoración del dolor:
Si comparamos nuestros resultados sobre el dolor mani- festado por el paciente en la semana siguiente a la realización de la segunda cirugía de implantes con los de otros estudios, vemos que éstos obtienen mayorita- riamente conclusiones similares a la nuestra.
Esta capacidad que parece tener el láser para atenuar el dolor intra y postoperatorio ha sido objeto de un amplio debate en la literatura. En el año 2014, el grupo de Cidral-Filho22 trató de revelar el mecanismo por el que los láseres de diodo pueden inducir analgesia. En un ensayo clínico con ratones, sometieron a éstos a una incisión dolorosa, tratándolos a continuación con un láser de diodo de 950 nm. Observaron que los láse- res de diodo 950 nm activan los receptores opioides periféricos y activan las vías de óxido L-arginina/nítrico,
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