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margen, por la enorme cantidad de desechos plásticos que generan. Se pretende dar a conocer el alcance del problema, y cuantificar cuánto y cómo influimos en él los profesionales de la salud y en concreto los odontólogos.
EL POR QUÉ DEL USO DEL PLÁSTICO
EN SANIDAD Y ODONTOLOGÍA
Pese a existir estudios que los presentan como un mate- rial nocivo 3-5 y ciertos componentes como los ftalatos o el bisfenol A lo son, la principal ventaja y razón del uso de plásticos en la Medicina y Odontología es su coste relativamente bajo en comparación con el vidrio y otros materiales metálicos. Como resultado de ello, al ser más rentable utilizar un producto plástico, aunque sea de un solo uso, que productos que necesitan ser esterilizados para su reutilización, su uso particular y su aplicación en sanidad crece de manera exponencial 6,7.
Sabemos que un producto plástico es un material que está formado, por lo general, por polímeros que cuen- tan con una masa molecular alta, que incorporan otras sustancias para mejorar la apariencia, maleabilidad o la función. Por ello pueden ser pre-esterilizados y moldea- dos en infinidad de configuraciones que serían difíciles o imposibles de duplicar con el vidrio y los metales.
Se deben resaltar también las siguientes propiedades fundamentales tanto para los profesionales como para los pacientes: 1) Estabilidad química, o capacidad de mantener su composición química y sus propiedades al ponerse en contacto con variedad de sólidos o líquidos. 2) Compatibilidad en contacto con la piel, sangre u otros fluidos. 3) Claridad y transparencia, que permiten la con- tinua monitorización y visualización del flujo y nivel de líquidos. 4) Flexibilidad y bajo peso.
Amparados en las anteriores ventajas, tanto en sanidad como en Odontología nos convertimos desde su sinteti- zación en 1950 en grandes consumidores de plástico. Se han aceptado tanto sus ventajas que en general se han descuidado otros aspectos. Por ejemplo se ha investiga- do tanto en adhesión que hemos pasado de sistemas de 2 frascos a sistemas de grabado total de un frasco; sin embargo la mayoría no reconocerían el plástico que forma el frasco de adhesivo, ni si es reciclable tras su uso.
LA GESTIÓN FINAL DEL PLÁSTICO
¿RECICLAR ES LA SOLUCIÓN?
En general en el sector odontológico se ha reflexiona- do poco o nada sobre la gestión final de este residuo, que en muchas ocasiones hará el mismo recorrido que un plástico de uso particular. Hay que ser cuidadosos y justificar esta afirmación, pero reciclar tal y como lo entendemos no parece la solución al problema global de los plásticos. Para ello debemos conocer el ciclo final de nuestro plástico y su gestión.
En España la empresa encargada de gestionar los resi- duos es Ecoembes, gracias a sus 95 plantas de selec- ción de envases en España. Es importante remarcar la palabra selección, puesto que en dichas plantas no se recicla nada. En estas plantas se seleccionan y separan los envases ligeros en tres fracciones: metales (acero y aluminio), plásticos (PET, PEAD, films y otras mezclas) y bricks. Este proceso se realiza mediante distintos métodos como son la inspección visual, el separado por densidad, por peso o con electroimán. Así, se agruparán los distintos residuos y se prensarán para formar balas de plástico. De acuerdo a los datos de 2018 que facilita Ecoembes, se seleccionaron 1.453.122 toneladas en toda España8.
A partir de ahí, el plástico se subasta y se vende a otras empresas y plantas de tratado para ahí sí, ser reciclado. Sólo una parte de las empresas que compran este plás- tico son empresas nacionales y como ellas no hay tantas para absorber el millón y medio de toneladas.
Además, el proceso de selección no es muy efectivo, y el producto resultante tras el seleccionado no tiene las cualidades necesarias por contener una alta cantidad de residuos. Según datos del Gremio de Recuperadores de Catalunya, en cada bala que llega a un reciclador hay entre un 30% y un 40% de material que no sirve9.
El resto de las toneladas se subastan, se venden y se exportan; y cuando el residuo pasa a convertirse en un producto, seguirle la pista es prácticamente imposible. Ecoembes defiende que los envases recogidos se subas- tan principalmente a empresas españolas pero recono- ce que también trabaja con operadores extranjeros.
El país que compró el resto de miles de toneladas de residuos plásticos fue principalmente China, aunque también otros como India o Hong Kong, compraban el plástico que EEUU, Europa y Oceanía generaban y no podían absorber. La patronal española de las industrias del plástico, Cicloplast, aporta únicamente los datos de 2017. Cifran las toneladas plásticas recogidas en España en 1.308.000 toneladas, y reconocen que cerca de 300.000 se exportaba a China (un 43%), Hong Kong (22%), Malasia y Vietnam (10% cada uno) y a 76 países más del sudeste asiático10. Según datos del instituto de estadística de la ONU (UN Comtrade Database) y Greenpeace, en 2016 España fue el sexto país de la UE que más residuos plásticos exportó hacia Asia11, envian- do 300.000 toneladas tal y como apuntaba Cicloplast. Bajo esta formula la gestión del plástico se mantenía equilibrada, hecho que cambió a principios del año 2018. Tras crecer económicamente, a China se le impo- nen cada vez mayores aranceles a las exportaciones e importaciones, así como se le exigen mayores controles medioambientales en sus fabricas y a nivel laboral en relación a las condiciones de sus trabajadores. Al mismo
¿Estamos usando bien el plástico en Odontología? Alex Garcia Ballesté. et al. - 171 -