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IMAGEN 1. Bolsas para la esterilización de instrumental.
es algo flexible. Por eso resulta ideal en aplicaciones de esterilización. Además, el CPP puede ser reciclado. Están disponibles en varias medidas (6 x 10 cm., 9 x 25 cm., 14 x 26 cm., 30 x 45 cm., etc) siendo el peso de la lámina plástica de 1 gramo para las bolsas de 9 x 25 cm., que son las más usadas.
Podríamos considerar que la vida útil de estas bolsas es corta, y aunque tanto el papel como el PET se pueden reciclar, no hay costumbre de separar sus dos compo- nentes y colocarlos en recipientes para su reciclado. Bandejas de instrumental desechables:
Los sillones dentales tienen por norma general un brazo articulado regulable que acaba en una bandeja o repisa. En ella se suele colocar el instrumental de exploración o el que se necesite de modo más rápido y accesible. Es frecuente colocar encima de la bandeja del brazo del sillón, otra bandeja de plástico desechable con distintos apartados y marcas para separar y colocar el instrumen- tal a utilizar (imagen 2). Grabado en su su reverso encon- traremos el símbolo que obliga a desechar el material tras un uso. Estas bandejas son de PET y las medidas de las más utilizadas son 400 x 300 x 110 mm., pesando así 14,5 gr. Aunque no se utilizan en todas las clínicas, sí se utilizan en un alto porcentaje de ellas y se utilizan duran- te el tiempo que el paciente está en el sillón recibiendo tratamiento, por lo que su vida útil es corta.
Tras su uso, no suelen contener residuos biológicos importantes y aunque el PET se puede reciclar, no hay costumbre colocarlas en recipientes para su reciclado.
Cánulas de aspiración de líquidos
Las cánulas de aspiración para eyección de líquidos, principalmente agua, saliva, sangre y otros residuos sólidos; consisten en un tubo de, por lo general, 6,5 mm. de diámetro y de 12,5 a 15 cm. De longitud (imagen 3). Están compuestas de PVC y su peso sin el hilo metálico
IMAGEN 2. Bandejas de PET para instrumental.
cincado o cobreado que le da rigidez es de 3 gramos. Estas cánulas se utilizan durante el tiempo que el pacien- te está en el sillón recibiendo tratamiento, por lo que su vida útil es corta. Por estar conectada a un motor de aspiración, en la mayoría de casos no quedan residuos en su interior al acabar el tratamiento; y en caso de que así fuera, las normas y rutinas a seguir después de cada tratamiento recomiendan una aspiración de agua con cánula durante 20 segundos para evitar obstrucciones, lo que hace que al retirarlas no contengan residuos líquidos ni sólidos. No obstante, en especialidades como la Cirugía o Implantología sí contienen residuos impor- tantes.
Aunque el PVC se puede reciclar y el hilo metálico inte- rior se puede separar, no hay costumbre colocarlas en recipientes para su reciclado.
Baberos de plástico
Los baberos de plástico y papel son la protección que se coloca en el pecho del paciente para evitar que salpi- caduras de agua, saliva o sangre vayan a su piel o ropa. En la mayoría de casos sus medidas son de 45 x 33 cm, y están compuestas por dos capas de papel y una de plástico PET laminado de 1 gramo de peso (imagen 4). Aunque en varias ocasiones no llegan a ensuciarse ni mojarse, su vida útil es corta pues no se reutilizan para otros pacientes y se desechan sin separar sus partes en la papelera junto con otros residuos.
Existen también otras versiones directamente de PET sin material absorbente (imagen 5).
Vasos de plástico
Son el residuo más voluminoso y más notable de los anteriores. Consiste en un vaso con un volumen de 200 mL y un peso de 2,8 gramos de PP (imagen 6). No tienen ninguna diferencia o característica especial que los haga
¿Estamos usando bien el plástico en Odontología? Alex Garcia Ballesté. et al. - 173 -