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CIRUGÍA BUCAL
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FIGURA 7
células columnares con polarización inversa. Se concluyó como ameloblastoma periférico con un patrón plexi- forme donde los cordones y redes epiteliales dejaban espacios para el estroma conjuntivo (figura 5: imágen histológica). Se realizar control al mes de la intervención quirúrgica (figura 6: postoperatorio un mes).
La paciente se ha seguido clínicamente en consulta por 24 meses sin presentar signos de recidiva (figura 7: postoperatorio un año).
DISCUSIÓN
Saghravanian et al. en estudio realizado en un perìodo de 40 años (1971-2010), para evaluar las características clínico-patológicas de ameloblastoma en la población iraní, confirmando estudios de resultados a nivel mundial, encontró que el ameloblastoma es el tumor más frecuen- te de los tumores odontogénicos seguido del odontoma, mixoma y tumor odontogénico adenomatoide, ubicado con mayor frecuencia en la región posterior mandibu- lar. Además constató la insidencia del ameloblatoma periférico en el sexo masculino, sin embargo en nuestro caso se presentó en el sexo femenino. El tipo histológico plexiforme fue el más frecuentemente encontrado, coinci- diendo con la histologia del tumor presentado en nuestro estudio(10).
El ameloblastoma periférico se considera una neoplasia indolora, con crecimiento exofìtico, su tamaño oscila entre 0,3 a 4,5 cm de diámetro con una media de 1,3 cm, la superficie es generalmente suave, pero en varios casos, se ha descrito como granilar o con un aspecto papilar o verrugoso. Dentro de ellos el ameloblastoma desmo- plásico, reconocido recientemente, es el más complejo. Inicialmente descrito por Eversole en 1984, no existe evidencia radiológica de afectación ósea. Evolucionan a través de la erosión ósea superficial, conocida como “cup- ping” o ahuecamiento.
Su patrón histológico es similar a la neoplasia intraósea princi- palmente el tipo folicular y el acantomatoso. En el plexiforme, además pueden observarse configuraciones basaliodes(11).
El diagnóstico se hace comúnmente mediante una biop- sia, pero en casos recidivantes suele ser más útil la técnica de PAAF. En la literatura revisada se encontró que los estudios histológicos revelaban más de un patrón histo- lógico, destacando que en este análisis juega un papel importante la cantidad de tejido disponible. Además, durante los últimos años se han reportado cambios en su correlación habitual, patrón histológico/localización anatómica, como el hace apenas unos años descono- cido ameloblastoma uniquístico de células claras y el ameloblastoma desmoplásico periférico. También existe mezcla con otro tipo de lesiones, como sucede con el odontoameloblastoma o en la variante más conocida, el ameloblastoma uniquístico asociado al quiste dentígero. Philipsen HP et al. y Buckner A et al., han reportado que la recurrencia de los ameloblastomas periféricos es relativa- mente baja (19%), comparada con la contraparte intraó- sea (50-90%). Sampson DE y Pogrel MA, señalan que la recurrencia depende del método de tratamiento(12).
Se han reportado varios algoritmos de tratamiento para el ameloblastoma, sin embargo, un enfoque univer- salmente aceptado sigue siendo incierto y controver- tido (Chaine et al., 2009). El algoritmo de tratamiento para ser elegido depende del tamaño (Escande et al. 2009 y Sampson y Pogrel 1999), localización anató- mica (Feinberg y Steinberg 1996), variante histológica (Philipsen y Reichart 1998), y la participación anatómica (Jackson et al., 1996). El tratamiento de un paciente con un ameloblastoma debe basarse en datos precisos clí- nicos, radiografías, imágenes especiales, y una biopsia representativa, seguido y revisado por un patólogo oral y un cirujano maxilofacial(13).
El tratamiento actual de elección del ameloblastoma peri- férico, es conservador: la extirpación quirúrgica suprape- rióstica, con margen oncológico, aunque según Philipsen et al. (2001), se han publicado dos, en un total de seis casos de una variedad maligna muy rara de ameloblas- toma periférico. Además Ide et al. (2004), reportaron el primer ameloblastoma maligno con metástasis y sugirie- ron que un gran tamaño (más de 2 cm de diámetro) es un potente predictor de la conducta agresiva, no teniendo en cuenta su apariencia inocua (14).
Respecto a la extracción de dientes cercanos o adyacen- tes a la lesión, está indicada la extracción de los dientes que se encuentren incluidos en el margen de resección de seguridad alrededor de la lesión. El hecho de conser- varlos supone un riesgo para la aparición de posteriores recidivas. Por otra parte la osteotomía periférica, por pequeña que sea, podría afectar la viabilidad de los dientes adyacentes, por lo que se impone analizar indivi- dualmente el pronóstico de cada diente según el caso (15). El diagnóstico diferencial de estas presentaciones incluye granuloma periférico de células gigantes, granuloma piógeno, fibroma osificante periférico, papiloma, y épu-
RCOE, vol. 23, no. 1, marzo 2018