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ENDODONCIA
y túbulos dentinarios ya que impide que el hipoclorito de sodio, hidróxido de calcio y demás medicamentos intraconducto penetren los túbulos dentinarios y ana- tomía lateral limitando así la efectiva desinfección del sistema de conductos radiculares 4. También se cree que el barrillo dentinario puede interferir con la creación de un sellado apical adecuado actuando como una barrera entre los materiales de obturación y las paredes dentina- rias del conducto5.
El barrillo dentinario tiene un volumen de masa y gro- sor impredecibles porque una gran porción del mismo es agua 26. Como fue demostrado por los estudios de Mccomb y Smith en 19752, Goldberg y Abramovich en 1977 27, Wayman y col en 197928, Cunningham y Martin en 198229, Yamada y col en 198320, el barrillo dentinario es capaz de contener y actuar como substrato para microor- ganismos, sus productos y restos de tejido necrótico30. Estos microorganismos pueden multiplicarse y proliferar hacia dentro de los túbulos dentinarios que podrían ter- minar sirviendo como reservorio de irritantes, como ha sido demostrado en los estudios de Brännström y Hyborg en 197331, Olgart y col. 197432, Akpata y Blechman en 198233, Williams y Goldman 198534, Meryon y Brook en 199035 y Pashley y col. en 198821.
Por otra parte el barrillo dentinario es capaz de limitar la penetración de los agentes desinfectantes hacia los túbulos dentinarios e impedir la adecuada desinfección del sistema de conductos radicular2, 27, 28 y 20. Haapasalo y Ørstavik en 1987 encontraron que, en ausencia del barrillo dentinario, el paramonoclorofenol alcanforado líquido lograba eliminar rápidamente y por completo el enterococcus faecalis mientras que el hidróxido de calcio no lograba este mismo efecto36. Un estudio posterior de los mismos autores concluyó que el barrillo dentinario retrasa, pero no impide la acción de los desinfectantes37. Uno de los objetivos principales del tratamiento endo- dóntico es el adecuado sellado entre los materiales de obturación y las paredes del conducto; el barrillo denti- nario ha sido descrito como una barrera que impide un sellado satisfactorio38, 5, 26, 17, 4 y 39. En este sentido Lester y Boyd en 1977 demostraron que, en presencia de barrillo dentinario, los cementos selladores basados en óxido de cinc y eugenol no lograban penetrar en los túbulos dentinarios38. Otros dos estudios consecutivos poste- riormente demostraron que los materiales resinosos de obturación lograban penetrar los túbulos dentinarios solo después de la remoción del barrillo dentinario5,26. Oksan y col. 1993 encontraron en su estudio que en los grupos donde no se removía el barrillo dentinario no penetraba el cemento sellador mientras en los grupos donde sí se removía el barrillo el cemento sellador era capaz de penetrar de 40 a 60 μm dentro de los túbulos dentinarios40.
La penetración de los materiales de obturación dentro de los túbulos dentinarios aumenta la interface entre estos y la estructura dentinaria lo cual mejora el sellado y la capacidad de los materiales de obturación para pre- venir la microfiltración5.
Si el objetivo es maximizar la penetración del cemento sellador y los materiales de obturación dentro de los túbulos dentinarios para prevenir la microfiltración, se debería obturar sobre una superficie dentinaria libre de barrillo para lo cual debería aplicarse algún agente que lo logre14. En un estudio realizado por Pashley y col. 1989 se observó una red extensa de microcanales alrededor de restauraciones colocadas sobre barrillo dentinario, el grosor de estos microcanales era de 1-10 Im lo que hace pensar que el barrillo dentinario puede funcionar como una vía o pasaje para los microorganismos en los sitios de interfase material de restauración y estructura dental41. En un estudio anterior de Pashley y Depew en 1986 se reportó que la microfiltración de cavidades clase 1 disminuía después de la eliminación del barrillo dentinario, sin embargo, aumentó la permeabilidad den- tinaria 42. Saunders y Saunders en 1992 concluyeron en su estudio que en los dientes libres de barrillo dentinario la filtración coronal era mucho menor 43.
Sharavan y col. en 2007 mediante una revisión y meta- nálisis trataron de determinar si la remoción del barrillo dentinario reducía o no la microfiltración ex vivo, ellos reportaron que el 54% de las comparaciones de estudios realizados no mostraba diferencia significativa entre quitar o no el barrillo dentinario; un 41% se mostraba a favor de la remoción y apenas un 5% se mostraba a favor de dejarlo. Finalmente, concluyeron que la remoción del barrillo dentinario mejoraba el sellado de sistema de conductos radiculares, mientras que otros factores como la técnica de obturación y tipos de sellantes no tenían ningún efecto significativo 23.
3. MÉTODOS PARA LA REMOCIÓN DEL BARRILLO DENTINARIO
3.1. MÉTODOS QUÍMICOS
Un gran número de químicos han sido propuestos como agentes irrigantes por sus propiedades para la remoción del barrillo dentinario. Según Kaufman y Greenbergen 1986, el accionar más eficaz es utilizar un irrigante que desinfecte y limpie los conductos y un irrigante o solu- ción que remueva los restos y barrillo dentinario creados durante los procedimientos de instrumentación 44. Entre ellos se mencionan:
3.1.1 Clorhexidina
Aunque muy popular como irrigante y con un efecto antibacteriano de larga duración por su propiedad de substantividad y adherencia a la dentina, no es capaz
RCOE, Vol. 24, No. 1, marzo 2019 - 13 -