Page 16 - RCOE 24-1
P. 16

 Las tetraciclinas, incluyendo la hidrocloruro de tetracicli- na, la minocliclina y la doxiciclina son antibióticos efec- tivos contra un amplio espectro de microorganismos. Las tetraciclinas tienen propiedades únicas además de su efecto antimicrobiano, tienen un bajo ph en solucio- nes concentradas y es gracias a esto que pueden actuar como quelantes del calcio y causar desmineralización en superficies de esmalte y dentina 72. La superficie de desmineralización lograda con las tetraciclinas es com- parable a la dejada por el ácido cítrico 73. Una investiga- ción 74 reporto que la doxiciclina era efectiva en remover el barrillo dentinario de las superficies de los conductos y retropreparaciones, en esta misma investigación se especuló que podría quedar un reservorio de agente antibacteriano activo ya que la doxiciclina se fija en las paredes de dentina liberándose posteriormente.
Otro estudio 75 mostró que la tetraciclina o el ácido cítrico al 50% pueden ser utilizados para la remoción del barri- llo dentinario, sin diferencia significativa, demostraron que la tetraciclina era capaz de desmineralizar mucho menos la dentina peritubular que el ácido cítrico. Torabinejad y col en 2003 76 en un esfuerzo para produ- cir un irrigante capaz de remover el barrillo dentinario y desinfectar el sistema de conductos desarrollaron una nueva solución irrigante que contenía una mezcla de isómero de tetraciclina, un ácido y un detergente (MTAD). En su trabajo, después de irrigar los conductos primero con hipoclorito de sodio y finalmente con MTAD concluyeron que esta última es una solución irrigante con buena capacidad de remoción del barrillo dentina- rio y no altera significativamente la estructura tubular. Por otra parte De Deus y col en el 2007 compararon el EDTA y el MTAD, estos concluyeron que el MTAD des- mineraliza más rápido la dentina que el EDTA al 17% 77. Ghoddusi y col en 2007 concluyeron en su estudio que la penetración bacteriana tarda mucho más en tratamien- tos que han sido previamente irrigados con MTAD y el EDTA al 17% 78.
3.2. MÉTODOS FÍSICOS
3.2.1 Irrigación convencional
La irrigación convencional con el uso de agujas se ha establecido como un método eficiente para llevar los irrigantes al interior de los conductos radiculares desde mucho antes de la introducción de la irrigación pasiva ultrasónica 79. Esta técnica se basa en dispensar el irrigan- te al sistema de conductos radiculares a través de agujas o cánulas de diámetros variables de forma pasiva o con agitación de la aguja. La técnica de agitación se logra al mover la aguja de arriba abajo dentro de la longitud del conducto. Algunas de estas agujas están diseñadas para dispensar el irrigante a través de su parte más distal, mientras otras han sido diseñadas para hacerlo lateral-
mente mediante orificios ubicados a los lados y sin salida hacia sus partes distales 80. Este diseño de dispensación lateral se ha propuesto para mejorar la activación hidro- dinámica de los irrigantes y minimizar la extrusión api- cal81. Es de vital importancia que al momento de irrigar, la aguja o cánula permanezca libre y sin retenciones den- tro del sistema de conductos radiculares, lo cual permite que el irrigante se difunda mejor, logrando que todo el material desbridado se desplace coronalmente mientras se evita el paso de los irrigantes a los tejidos periapicales. Una de las ventajas de la irrigación convencional es que permite controlar dos factores importantes, la profundi- dad a la que es introducida la aguja dentro del conducto y el volumen de irrigante dispensado 79.
Sin embargo, la acción mecánica de lavado creada por la irrigación convencional con agujas ha sido descrita como relativamente débil. Las investigaciones de Wu y Wesselink en 200182, Nair y col. en 200583 y Wu y col. en 200684 demostraron que después de la irrigación conven- cional las irregularidades y sitios inaccesibles del sistema de conductos radiculares presentan microorganismos y restos desbridados. Un estudio previo demostró que cuando se aplica la irrigación convencional el irrigante solo lograba penetrar 1 mm más allá de la profundidad de la aguja85. Este hecho es preocupante ya que se ha demostrado que la punta de la aguja por lo general alcanza el tercio coronal o medio dependiendo del diámetro de los conductos, por lo tanto la penetración del irrigante y su propiedad para desinfectar los túbulos dentinarios se encuentran limitadas86. Un estudio que evaluó la efectividad de 3 tipos de EDTA e hipoclorito dispensados de manera alternada utilizando una aguja monoject con un diámetro 27 reportó que la capacidad de desbridación de las soluciones fue más efectiva en los tercios coronal y medio mas no en el tercio apical del conducto radicular87. Aun cuando la irrigación con EDTA e hipoclorito de sodio es realizada con las agujas de orificio lateral y son introducidas hasta 1 mm de la longitud de trabajo se ha encontrado cantidades abun- dantes de barrillo dentinario en la porción apical de los conductos radiculares20, 88. Grossman en 1943 ya había propuesto un adecuado ensanchamiento del conducto radicular que permitiese el paso de los irrigantes a la región apical 89.
Se ha reportado que cuando el conducto es prepara- do a diámetros menores de 40 la irrigación es menos efectiva. Falk y Sedgley en el 200590 demostraron que la eficacia de la irrigación disminuía significativamente cuando los conductos se preparaban hasta 30 mientras que mejoraban cuando eran preparados hasta 60 y no había diferencia significativa cuando se preparaba a diámetros mayores de 60. En este sentido, el clínico debe saber balancear la necesidad de ensanchamiento del conducto para mejorar la eficacia de la irrigación
 El barrillo dentinario y su importancia en endodoncia. Moradas Estrada M. et al. - 16 -


























































































   14   15   16   17   18