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                                 se recoge un estudio que plasma la evolución de la violencia en España en los últimos años27. Según dicho informe el número de llamadas por problemas de violencia ha experimentado un fuerte aumento desde 2009, pasando de 1.487 llamadas en 2009, hasta las 5.930 en 2016; es decir, la tasa de incremento en tér- minos porcentuales ha sido del 298,8%.
En el informe se destacan los cambios evolutivos que ha experimentado la sociedad española en los últimos años. Analiza los principales indicadores económicos del país como son el número de parados y las ayudas al desempleo. Se aprecia una cierta coincidencia en el tiempo entre dichos indicadores y el aumento de las denuncias.
En cuanto a la edad media de las víctimas, en 2009 era de 12,3 años, de 12,0 en 2013 y de 11,5 años en 2016. Si en 2009 los adolescentes (mayores de 12 años) eran casi dos tercios de las víctimas, ahora son sólo la mitad (49,9%). En contraposición, los niños/as entre 5 y 9 años de edad suponen el 22,0% (14,5% en 2009) y los pre-adolescentes (entre 10 y 12 años) alcanzan el 20,2% (14,3% en 2009).
En los menores con discapacidad no se observan cambios durante los años analizados y constituyen un 0,8% del total de casos.
En los últimos años, se ha visto que los actos vio- lentos se perpetúan durante más tiempo y son más frecuentes. En cuanto a la duración superior a un año, ha pasado del 52,5% de los casos en 2009 hasta el 58,6% en 2016. La violencia con una duración de entre unmesaunañoesahoradel25,9%ylademenor duración solo afecta a una de cada seis víctimas. La frecuencia diaria ha pasado del 55,4% hasta el 62,2%.
ASPECTOS ORALES DEL MALTRATO
Y NEGLIGENCIA DENTAL
Sabemos que en la perpetración del maltrato infantil, en concreto de aquel que cursa con secuelas físicas, se producen una serie de lesiones. Muchas de dichas lesiones suelen darse en la región craneofacial3,4 y concretamente en la cavidad oral. Se trata de lesiones periorales y/o intraorales, infecciones y enfermeda- des que llevan al odontólogo a sospechar de abuso infantil y negligencia9,24. Por otro lado, hay autores que apuntan que las lesiones orales son mucho menos observadas en estos casos, representando el 2-7% de todas las lesiones identificadas en niños que sufren maltrato físico, llegando a sugerir que las lesiones intraorales pasan frecuentemente desapercibidas28. Existe evidencia suficiente que apunta la importancia del enfoque multidisciplinar en aquellas lesiones que, no sólo se circunscriben a la región oral, sino que invo- lucran también todas las estructuras cefálicas, con el fin de hacer un correcto diagnóstico diferencial29.
Aspectos orales del abuso físico
Las lesiones craneofaciales y cervicales se dan en más de la mitad de los niños maltratados16. Algunas enfer- medades en especial la caries, la gingivitis y otros problemas de salud oral son más prevalentes en niños maltratados que en la población pediátrica general30. Algunos autores observan que los labios son la región más afectada de las lesiones orales infringidas en el maltrato infantil, seguidos de la mucosa bucal, dien- tes, encía y finalmente la lengua31.
La existencia de laceraciones en el frenillo labial supe- rior, en niños que aún no han empezado a caminar, son frecuentemente el resultado del abuso físico del niño y se asocian, en la mayoría de sus casos, con otros hallazgos correspondientes a abuso físico grave24. Sin embargo Kidd AJ y colaboradores (2010), advierten del posible error al considerar las lesiones en el fre- nillo labial superior como signo patognomónico de maltrato infantil. Su estudio revela que dichas lesio- nes son frecuentes en niños que están aprendiendo a andar y además se asocia a otro tipo de trauma, señalando que es importante recabar información del mecanismo que ha llevado a dicha lesión en contraste con el grado de movilidad del niño32.
Traumatismos repetidos en los dientes pueden derivar en necrosis pulpar, que a su vez provoca decoloracio- nes grises o rosadas en los dientes33,34.
El empleo de mordazas en la boca pueden dar lugar a hematomas o cicatrices en la región comisural35. Algunas lesiones graves de la cavidad oral, como lesiones faríngeas y abscesos retrofaríngeos pueden ser infringidos por los padres o cuidadores, con el fin de crear una patología en el niño 36,37,38. El síndrome de Munchausen es una forma de maltrato a menores en el que un adulto induce una enfermedad o condición médica en el niño. Los profesionales sanitarios se ven obligados a realizar multitud de pruebas diagnósti- cas y tratamientos que aumentan las situaciones de morbi-mortalidad del niño.
Las lesiones orales accidentales son relativamente comunes y deben ser distinguidas de las lesiones derivadas de maltrato, teniendo en cuenta la histo- ria que nos cuentan los padres/cuidadores acerca de los mecanismos que la han producido. De la misma manera hay que evaluar el nivel de desa- rrollo del niño y contrastarlo con las características propias de la lesión.
Normalmente, la detección de múltiples lesiones, o lesiones en distintos estadios de curación o discre- pancias en la historia de la lesión deben despertar nuestra sospecha24,39. Por otro lado, el odontólogo debe prestar atención a estructuras como la orofa- ringe, las amígdalas, la úvula, paladar blando y suelo de la boca, así como regiones anatómicas extraorales
Maltrato infantil y Odontología: de la identificación al reporte del caso. Raquel Porro Pérez. et al. - 82 -



















































































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